Aislamiento térmico:
En primer lugar, debes tener en cuenta que es muy importante aislar de manera adecuada tanto el techo, como el piso, y las paredes de la caseta. Además, no debes olvidar reforzar con cristal doble las ventanas y puertas para asegurarte que no se filtre aire frío a través de las uniones y aberturas. De esta manera, tendrás la comodidad y calidez que buscas, además de garantizarte eficiencia energética, ya que no deberás gastar dinero en utilizar calefacción para calentar la caseta.
Posiblemente, ya sepas que la madera presenta propiedades aislantes de manera natural. En este sentido, influye en gran medida la densidad de la madera en su condición de aislante, porque cuanto más densa, homogénea y gruesa sea, más aislante será también. Es por ello que, en lo posible, debes siempre elegir las maderas más densas, aunque implique un coste un poco más elevado que las maderas angostas. Es importante que te asegures de tener la mejor materia prima que te brinde el mayor aislamiento natural posible. Además, al no estar hecha la caseta de un material sólido, sino construida con piezas individuales, se produce pérdida de calor a través de distintos lugares como el techo, el piso, las paredes, las ventanas y las puertas. Por eso, es importante que nos aseguremos que nuestra caseta de madera tenga un aislamiento térmico adecuado, para que podamos sentirnos totalmente confortables en relación con la temperatura y a la humedad del espacio. Incluso puedes aislar tu caseta de madera con poco presupuesto. Existen diferentes tipos de materiales aislantes, y se distinguen entre los que son ecológicos y los que no lo son tanto. Los ecológicos son renovables y de origen vegetal, y entre ellos se encuentran: el corcho, el cáñamo, el lino, la celulosa y la madera. Los materiales que no son muy ecológicos, requieren de mayor energía para su fabricación. No obstante, son los más económicos a la hora de elegir el material aislante.
Conservante para superficies:
Por otro lado, es importante que prepares de manera adecuada la superficie de la madera. Esto significa eliminar cualquier microorganismo que pueda generar putrefacción, como también cualquier resto de pintura o barniz antiguo. Esto último lo puedes realizar de manera muy sencilla con un papel de lija. A su vez, debes aplicar a todas las paredes de madera de la caseta varias capas de conservante especial. Dependiendo de las condiciones meteorológicas, tardará más o menos tiempo en penetrar el conservante en la madera. Cuánto más frío y humedad haya, más demorará en secarse el conservante.
Rellenar grietas de la madera:
Para rellenar las grietas que se generan con el ensanchamiento o contracción de la madera por choque de temperaturas o ingreso de humedad, puedes utilizar por ejemplo algún material como silicio o masilla de madera. Por otro lado, debés asegurarte que el techo esté sano, es decir, que no haya partes dañadas, ni zonas con humedad. De lo contrario, más adelante te verás obligado a incurrir en un gasto por tener que cambiar las estructuras podridas por otras nuevas. A su vez, no debes olvidar revisar el desagüe antes de que llegue el invierno. Las hojas que cayeron de los árboles en los meses otoñales pueden haber tapado el canalón, y esto puede generar que el agua al verse bloqueada, pase a través de las paredes. Es por ello, que es muy importante limpiar el canalón de manera periódica para evitar cualquier inconveniente.